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Los laboratorios requieren 100% de aire exterior con tasas de ventilación elevadas—entre 6 y 12 renovaciones de aire por hora—principalmente por razones de seguridad. Sin embargo, el acondicionamiento de este aire implica un consumo energético considerable, con una demanda de calefacción y refrigeración hasta cinco veces mayor que la de una oficina típica.
En su artículo, Otto VanGeet, P.E., y Sue Reilly, P.E., explican cómo la recuperación de energía puede reducir significativamente la carga térmica asociada con la ventilación en laboratorios. Al disminuir los picos de demanda de calefacción y refrigeración, los sistemas HVAC pueden ser redimensionados, lo que se traduce en menor consumo energético y reducción de costos operativos.
Existen diversas oportunidades para implementar recuperación de energía en laboratorios, aprovechando las diferencias en contenido energético entre distintos medios o procesos. Este artículo se centra en la recuperación aire-aire, mediante tecnologías como ruedas entálpicas, tubos de calor y circuitos de recuperación con bomba de calor, especialmente en nuevas construcciones.
El uso de estas estrategias no solo mejora la eficiencia energética de los laboratorios, sino que también reduce la huella ambiental y los costos operativos.
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